COMUNIDAD DE
CRIANZA CONSCIENTE

Permitió obtener información sobre ideas, necesidades y prácticas de crianza.

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Hallazgos: 

• Es necesario crear espacios para que cuidadores/as compartan tiempo con hijas e hijos.

• Los regaños y castigos físicos son recursos usados  frecuentemente en la crianza. 

• Los y las cuidadores no relacionan el uso de la violencia con la escasa confianza que les tienen sus hijos/as. 

• La crianza sigue estando a cargo de las mujeres principalmente.

• Las y los cuidadores disfrutan la interacción, la conexión emocional y les gusta ser parte de su crecimiento: “Pasar tiempo juntos y jugar”, “los abrazos y mimos”, “verles felices”, “que me tengan confianza”, “Me gusta cuando siento que estoy criando bien y lo veo en ellos” "siento el reto de hacer nuevas cosas"

• Temen por su seguridad y bienestar: “que les pase algo en la calle o en la escuela”, “cuando se enferman”, “que tengan parejas que les hagan daño”, “dejarles solas en casa y que un hombre abuse de ellas”. 

• Temen "fallar", “no tenerles paciencia”, “que no me cuenten sus problemas y no pueda ayudarles", “que caigan en alcoholismo o drogadicción”, “que no cumplan sus metas”, “los embarazos tempranos”. 

Compartimos dos tardes de cine en Yaruquí:

• 30 de septiembre (barrio San José la Isla),

• 14 de octubre (barrio San Vicente).

Logros: 

Asistieron 36 cuidadores y 19 niñas, niños y adolescentes (55 en total).

A partir del corto Lejos del árbol, reflexionamos sobre el doble rol  como cuidadores/as:

• Proteger/amar

• Educar / preparar para la vida

Hablamos de:

• Los miedos y exploramos otras formas de enseñar diferentes de la prohibición o la violencia. 

• La carga de trabajo en casa y fuera de casa como factor de  estrés. 

• Los niños, las niñas y adolescentes necesitan explorar el mundo por sus propios medios y como cuidadores podemos acompañarles en sus descubrimientos, advirtiendo de los peligros que existen.

• A través de la enseñanza y desde el amor podemos comunicar sobre los peligros.

• El cuidado y el amor pueden ser nuestras grandes herramientas.

Compartimos una emocionante obra de títeres y una deliciosa colada morada con guagua de pan ( 28 de octubre, barrio San Vicente).

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Logros:

• 43 cuidadores y 86 niñas, niños y adolescentes (129 en total).

• Descubrimos que las guaguas de pan pueden ser perfectas con el relleno adecuado y sus decoraciones; pero las niñas, niños y adolescentes son guaguas reales, con sus ritmos, identidades, ideas, emociones propias.

• Entonces: no existe la perfección, los adultos tampoco somos perfectos

• Entonces, ¿por qué las niñas, niños y los adolescentes deberían serlo o portarse como si fueran adultos, si aún no lo son

• Solemos querer hijos e hijas obedientes porque eso era lo que más se esperaba de nosotras/os cuando éramos pequeños y porque nos enseñaron que la obediencia era lo más importante

• Hoy sabemos que el miedo es diferente al respeto.

• El miedo nos bloquea y nos hace  personas inseguras y fáciles de manipular 

• ¿no queremos eso para nuestros hijos e hijas verdad?

• Todos, niños y adultos, somos valiosos e inteligentes de diferentes formas.

a través del “Teatro de las emociones” (11 de noviembre en la Casa barrial de San Vicente) y, de una forma divertida conocimos algunas de las emociones primarias: Alegrìa, Tristeza, Enojo, Miedo, Asco y Seguridad.

Logros:

• Participaron 38 cuidadores y 45 niñas, niños y adolescentes 83 personas en total).

Aprendimos que:

• Cada emoción es importante y  tiene una función específica. 

• La promoción de una crianza sin violencia busca el desarrollo de la SEGURIDAD con la cual podremos regular todas las emociones y lograr que nuestros niños y niñas se sientan amados, cuidados y protegidos.

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Las y los cuidadores nos compartieron algunas formas en las que acompañan a sus hijos e hijas cuando se presentan algunas de las emociones que se perciben como "menos agradables" : 

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• "Valido la emoción que está sintiendo mi hija o hijo."

• "Escucho activamente lo que me está diciendo."

• "Permito que llore, evitando frases como: “deja de llorar”, “tienes que ser fuerte” o “los hombres no lloran”.